Este domingo tuvo lugar el PPV más esperado del año (al menos para mí): Royal Rumble 2009, el mítico combate entre 30 superestrellas en la que cada hombre está solo contra todos.
El del año pasado fue un Royal Rumble espléndido lleno de sorpresas, e igualarlo era una tarea complicada; tanto que no lo han conseguido. Es curioso que la temporada pasada ofreciera PPVs bastante malos en general y tan buen RR y la actual esté dejando buenos PPVs y un Royal Rumble tan... regular.
Las veladas de Raw y Smackdown previas habían dejado entrever algunas tramas la mar de interesantes. Alguien estaba conspirando contra Jeff Hardy, el campeón de la WWE. El principal sospechoso era Edge, por lo que había que descartarle. Sin embargo, los rumores de regreso de Christian Cage, "el hermano de Edge", eran cada vez más claros. La cosa parecía evidente.
En Raw, por otro lado, la cosa giraba alrededor de la moralidad de Shawn Michaels y el combate entre John Cena y JBL. Nada nuevo bajo el sol.
¿Y el ganador de Royal Rumble? Pues este año estaba totalmente desconcertado. Había algo de pique entre Triple H y Vickie Guerrero, pero el Rey de Reyes no parecía un buen candidato. Además, estaba seguro de que la rivalidad Edge-Hardy podía durar hasta Wrestlemania. Lo dicho, estaba desconcertado... hasta ver los primeros minutos del programa.
Sigue leyendo bajo peligro de spoilers...
La promo de la Batalla Real estaba bien, presentando a todos los grandes luchadores durante breves segundos, hasta que llega Randy Orton, que llega hasta Royal Rumble, tras haber agredido a Mr. McMahon, y con la amenaza del despido sobre su cabeza. En ese momento, ya le ví ganador. Es cierto que tenía varios handicaps. Lo más importante, que es de los malos y no ha ganado el RR un heel desde Yokuzuna en 1993.
Mientras meditaba sobre posibles giros argumentales, el título de la ECW ya estaba en juego. Jack Swager y Matt "Fondón" Hardy lo dieron todo y disfrute de un luchador que no conocía muy bien y que ha demostrado ser un buen campeón de ECW, con dotes tanto luchísticas como carismáticas. ¡Bien por Swagger y buen combate!
Y llegaron las Divas. Melina y Beth Phoenix, mis dos favoritas, dieron un combate algo mediocre, pero con un par de sorpresas.
Rápidamente damos paso al combate entre Cena y JBL, con el alma de HBK en juego... menudo rollo. Un combate en el que la cámara está más tiempo enfocando el ringside que a los luchadores no puede ser un buen combate. Sí, Michaels termina sweetchinmusiqueando a ambos contendientes, lo que me sorprendió, pero no sirvió para nada al final. Lo peor de la velada, yo diría.
¡Pero luego llega el título de la WWE... en un combate sin descalificación! Jeff Hardy comienza descargando toda su ira acumulada durante estas últimas semanas sobre Edge. La acción es trepidante, y aunque la iniciativa cambia de manos constantemente, los ánimos continúan caldeandose. Chavo Guerrero, que había permanecido junto al ring desde el comienzo de combate, interviene un par de veces hasta que el Meteorito con pelos se cansa y le apalea le tumba en una de las mesas de los comentaristas, no sin antes colocar una escalera bien alta junto a dicha mesa. Se preveé la tragedia. Hardy se sube a lo más alto y salta sobre Chavo, mientras el público corea "Holy Shit! Holy Shit!". ¿Pero soy el único al que le parece que Jeff pensaba hacer una Swanton Bomb y perdió el equilibrio justo antes de saltar de la escalera?" Sea como sea, el combate no aburre en ningún momento. Varios finisher después parece que Hardy va a hacer la cuenta de tres, ¡pero interviene Vickie Guerrero!. ¿Cuántas interrupciones más nos esperan? Pues sólo una: Matt Hardy, que se ocupa de la MG de Smackdown y propone a su hermano hacerle un sandwich de sillas al Oportunista Definitivo. Matt levanta su silla y le arrea un golpetazo... ¡a su propio hermano! Jeff Hardy KO y Edge, desconcertado, se lleva el título de la WWE. Brutal.
Otra trama Matt vs. Jeff me parece algo repetitivo pero puede resultar en algo bueno. Veremos cómo acaba.
¡Pero espera! Aún queda el plato principal. Los dos primeros luchadores de la Batalla Real son Rey Mysterio y John Morrison. Grandes los dos. Los luchadores siguen entrando y lo disfruto como un enano hasta más o menos la mitad del combate, que se vuelve algo caótico y aburrido. Sí, ver en acción a Randy Orton y sus esbirros, Cody Rhodes y Ted Dibiase (juntos: The Legacy) , está bien, pero lo más sorprendente es cuando suena una música de entrada familiar, pero que no termino de ubicar. ¿Una sorpresa? Rápidamente pasan por mi mente Mr. Kennedy, Umaga e incluso Batista, pero ¡es Rob Van Dam! La mejor sorpresa de la noche, a pesar de que no tuviera una actuación estelar. Poco a poco los luchadores se van eliminando hasta que sólo quedan Triple H, Big Show, el Enterrador y The Legacy. Cuando eliminan a Big Show ya no tengo ninguna duda, y los hechos me dan la razón:
1 comentario:
Orton no hubiera ganado sin la paliza nazi que dedicaban a cada uno. Vaya panda de cabezas rapadas.
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