Siempre me han gustado los superhéroes raros.
Quizá por eso, mi héroe favorito de la infancia fue Spiderman (que sí, que ahora es muy normalito, pero a priori un tipo con poderes por haber sido picado por una araña radiactiva suena a
weird fantasy de la chunga).
Pero no fue hasta después de la adolescencia que descubrí los cómics de superhéroes extraños de verdad: Animal Man, Hellboy y la AIDP, La Cosa del Pantano, Los Outsiders, Nextwave, X-Statix, Umbrella Academy o la Patrulla Condenada. De hecho, con el descubrimiento de Grant Morrison en la Doom Patrol, se abrieron las puertas para disfrutar de Animal Man, Los Invisibles, Flex Mentallo, Kid Eternity, We3 y muchos otros.
Más allá del metalenguaje y la multitud de capas de sus historias, algo que me descubrí con estos cómics era que ser extraño también podía molar, que hay algo bonito en la rareza. Y eso me inspiró profundamente. Más allá de los rayos de energía y los poderes psicoquinésicos, de la superfuerza y el control mental, había un potencia tremendo para contar historias asombrosas sobre gente única enfrentándose a lo inimaginable. Todo esto encerraba un gran
sentido de la maravilla, retorcido pero atractivo que me proporcionaba un disfrute enorme.
Poderes Malditos es mi homenaje a todos estos héroes incomprendidos. Allá por 2013 escribí una versión inicial a la que llamé "Escuadrón Maldito". Era un juego cuya propuesta planteaba la existencia de un grupo de superhéroes con problemas mentales que se veían obligados a colaborar para enfrentarse a las más extrañas amenazas inimaginables. Para el sistema de juego quería trabajar en algo atípico, que me permitiera captar lo que sucedía entre las páginas de esos cómics sin tener en cuenta las mecánicas que ya conocía. Al final, di con un sistema basado en el uso de emociones para resolver los conflictos. Con el paso de los meses fui probándolo con distintos grupos y puliendo los defectos que encontraba, como en cualquier playtesting. Pero también iba añadiendo detalles que daban cuerpo al juego. Al final, cuando consideré que el resultado era satisfactorio, tenía un juego muy probado pero también lleno de secretos y "trampas", tanto para el lector como para los jugadores. Podría hablar de estos detalles, pero creo que perderían la gracia.
Como decía, esta versión refinada fue la que envié hace unos años a
Nosolorol y, tras la apropiada revisión editorial, el resultado podéis verlo desde el día de hoy en tiendas.
No quiero ponerme pesado con eso del esfuerzo y la ilusión puestas en este juego. Tampoco voy a hacer una reseña pormenorizada del reglamento o la ambientación (porque no creo que tenga mucho sentido y porque ya habrá otros que lo harán mejor).
Simplemente os diré que si os gustan los cómics de superhéroes extraños, los juegos de rol singulares o las aventuras atípicas, dadle una oportunidad a
Poderes Malditos.
Creo que no os dejará indiferentes.