
Y el final es el mejor cliffhanger que he visto jamás. Tanto que me tiré veinte minutos dándole vueltas a lo que significaba tanto temática como narrativamente. Porque si con el final de la Segunda Temporada podías ponerte a elucubrar sobre el misterio que hay detrás de la Isla, con este final se aclaran tantas preguntas que te ofrece la posibilidad de preguntarte sobre el misterio que rodea a todo lo demás. Debo admitir que J.J.Abrams ha demostrado con esta tercera temporada que al menos a partir de la mitad de la primera temporada sabía muy bien lo que hacía.

Por otra parte, las personalidades de los personajes por fin se afianzan y cobran algo de credibilidad, cosa que se echaba en falta en la segunda temporada, y sus actos ya no son tan irracionales como con anterioridad (a excepción de Sawyer, que sufre de unas piradas de pinza de kilo).
Por otra parte, las noticias que llegan de los creadores no pueden ser mejores:
- Ya se ha programado que la serie va a tener seis temporadas, y que las tres que quedan sólo van a durar dieciséis capítulos. A mi parecer, la duración es perfecta y el saber que va a tener una duración concreta me relaja mucho.
- Los creadores han dejado escapar en multitud de conferencias y entrevistas que: todos estos sucesos no ocurren en la mente de uno de los protagonistas, ni los protagonistas están muertos, ni en coma o ni en el limbo, y todo el misterio no tiene una explicación que no pudiera explicarse en una novela de Michael Crichton.
- Todo tiene su explicación. Aunque es algo que los escritores están obligados a decir, me da la impresión de que no mienten en absoluto.

Personalmente, esperaré impaciente hasta el (según prometen) impactante final de la serie en 2010, que no es tanto.
Mi recomendación: no os la podéis perder. Un 8. Y si sois de los que decís que no soportáis todos esos flashbacks innecesarios, podéis respirar tranquilos, porque... "Los flashbacks ya no son lo que pensáis..."
Ups. ¿Dije que iba sin spoilers? Je, je, je...