14 de abril de 2015

Juego de Tronos: Siguiendo el canon

Este fin de semana he terminado de dirigir una campaña de casi medio año al juego de rol de Canción de Hielo y Fuego, llamada Escudo de Huesos. Ha sido una campaña muy divertida, donde mis jugadores y yo hemos ido descubriendo una pequeña historia alternativa, paralela a la contada en las novelas.

La campaña tenía ciertas particularidades que la hacían algo atípica a lo que se acostumbra en CdHyF. En primer lugar, opté por jugar con miembros de la Guardia de la Noche y no con una casa nobiliaria menor. La razón principal es que me atraía mucho más jugar con los desgraciados cuervos que con nobles y sirvientes. Otra razón es que me encanta romper mundos, y pensé que era más probable que unos Guardias de la Noche pudieran alterar Poniente para siempre que una pequeña casa. Luego veremos si lo consigueron. La última razón es que mis jugadores preferían esta idea.

Y así comenzamos nuestra campaña, donde un veterano Guardia acompañaba a un noble menor caido en desgracia y un plebeyo estafador comenzaron su viaje hacia el Muro, para vestir el negro. Concretamente, los PJs eran:

-Aelies Targaryen, un veterano oficial de la Guardia de la Noche, vistió el negro durante al Rebelión de Robert y lleva en la Guardia desde entonces. Es un soldado orgulloso, recto y algo impulsivo, que no admite los grises.

-Talorc Hunter, un noble menor caido en desgracia que se vio obligado a vestir el negro para evitar la vergüenza a su familia. Es un hombre de campo y un gran cazador, más cómodo en los que en la corte, incapaz de competir en el juego de tronos.

-Lenn, un sencillo plebeyo estafador, obsesionado con sobrevivir, que utiliza su labia y su astucia para todo. Es descarado y desprecia a los nobles, pero siempre antepone su supervivencia a todo lo demás.

Los personajes se encontraron con algunos imprevistos en forma de bandidos por el camino, pero pronto alcanzaron el Castillo Negro. Más interesante resultó conocer a sus compañeros PNJs que les acompañarían durante el resto de la campaña: Dossomo Atherys el espadachín braavosi, Sir Connington el noble pomposo, Vic el despreciable violador y Cervecero el rudo bandido.

 Tuvieron tiempo para acostumbrarse a su nueva vida antes de que el Viejo Oso, el Lord Comandante Jeor Mormont organizase lo que sería conocido como la Gran Exploración: la partida de un tercio de los hombres de la Guardia más allá del Muro, para investigar los movimientos de los salvajes y las desapariciones de los exploradores.

El camino hasta el Puño de los Primeros Hombres trancurrió sin demasiadas novedades: todas los poblados salvajes estaban abandonados y a los PJs se le encomendó la tarea de perseguir a unos salvajes fugados hasta unas cuevas. Allí se vieron obligados a acabar con la vida de algunos mujeres y niños, lo que supuso el principio del cisma que surgiría entre Lenn y Aelies y Talorc. Lenn consideraba a los salvajes personajes, mientras que los demás sólo creían que la única forma de tratar con ellos era con la espada. Posteriormente, los PJs tuvieron que ocultar la presencia de una salvaje capturada durante su parada en el Torreón de Craster, pero no tuvieron problemas en ello.

En el Puño de los Primeros Hombres y tras unirse a los hermanos procedentes de Guardia Sombría, al mando de Quorin Mediamano. El Lord Comandante ordenó al propio Aelies que dirigiera un pequeño grupo de exploración que recorriera el curso del Agualechosa, en busca de pistas sobre el ejército de Mance Ryder.

Tras derrotar a algunos salvajes, decidieron subir río arriba y escalar los Colmillos Helados. Lenn, que estaba herido, fue incapaz de seguir el ritmo y Aelies le ordenó esperar abajo, junto con el equipo que ellos no podían cargar. Durante el ascenso, los PJs encontraron a uno de sus hermanos, gravemente herido. Al parecer, un grupo de salvajes se dirigía a un valle del sur en busca de una reliquia conocida como el Cuerno de Joramun. Era de vital importancia que le llevaran ante Mormont para informarle.

Y así hicieron, pero al llegar a la base de la montaña se encontraron con algo que no esperaban: Lenn y su equipo habían desaparecido.


COMENTARIOS

Esta primera etapa de la campaña fue bastante clásica. A excepción de Aelies (que por exigencias del guión tenía que ser un guardia veterano) los otros PJs eran novatos, para que los jugadores aprendieran los fundamentos del juego conforme sus personajes aprendían las normas de la Guardia de la Noche. Aunque la decisión de unir a los PJs a la Gran Eeloración puede parecer aburrida y algo lineal, tenía claro que quería enganchar a los jugadores con algo que les fuera familiar y conocido. Y lo más conocido de la Guardia de la Noche es su viaje hasta el desastre del Puño de los Primeros Hombres. Durante el viaje, para no hacerlo aburrido lo salpiqué de alguna subtrama personal y de varias formas de escapar del grupo principal, que decidieron no tomar.
Me gustó mucho que los jugadores fortalecieron sus personalidades y comenzaron lo que más tarde definirían el estilo de juego.
Mi última decisión, la desaparición de Lenn, fue algo arriesgado por mi parte, pero decidí confiar en que funcionaría. Pero ya hablaremos de ello más adelante.

Continuará...

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